A diferencia de los sistemas convencionales,
la tecnología Inverter adapta la velocidad del compresor a las necesidades de
cada momento, permitiendo consumir únicamente la energía necesaria. De esta
manera se reducen drásticamente las oscilaciones de temperatura, consiguiendo
mantenerla en un margen comprendido entre +1ºC y -1ºC y gozar de mayor
estabilidad ambiental y confort.
Gracias a un dispositivo electrónico de
alimentación sensible a los cambios de temperatura, los equipos Inverter varían
las revoluciones del motor del compresor para proporcionar la potencia demandada.
Y así, cuando están a punto de alcanzar la temperatura deseada, los equipos
disminuyen la potencia para evitar los picos de arranque del compresor. De esta
manera se reduce el ruido y el consumo es siempre proporcional.
El sistema Inverter posibilita que el
compresor trabaje un 30% por encima de su potencia para conseguir más
rápidamente la temperatura deseada y, por otro lado, también puede funcionar
hasta un 15% por debajo de su potencia. De nuevo, esto se traduce en una
significativa reducción tanto del ruido como del consumo.
Diferencias entre un aire acondicionado
inverter y otro no inverter
Mayor rapidez de enfriamiento
Sin Inverter: En los días de más frío un
climatizador sin función inverter no calienta la habitación del todo bien.
Con Inverter: Al producir un 60% más de calor
que los modelos de velocidad constante, los climatizadores inverter calientan
una habitación rápidamente incluso en los días más fríos.
Sin Inverter: El compresor funciona a la misma
velocidad todo el tiempo, por eso se tarda más en calentar o enfriar la
habitación y lograr una temperatura agradable.
Con Inverter: El compresor funciona
aproximadamente a una velocidad el doble de rápida hasta que se llega a la
temperatura ideal, por eso el calentamiento y el enfriamiento son más rápidos.
Uso eficiente de la potencia
Sin Inverter: El compresor se enciende y se
apaga según los cambios de temperatura en la habitación. En otras palabras, la
temperatura siempre fluctúa.
Con Inverter: La velocidad del comprasor y,
por tanto, la potencia de salida, se adapta a la temperatura de la habitación.
Esta regulación eficiente y lineal de la temperatura mantiene en todo momento
una habitación agradable.
Menor consumo de energía
Sin Inverter: Un climatizador sin función
inverter consume aproximadamente el doble de electricidad. Con esta diferencia,
no tardan mucho en llegar las facturas altas.
Con Inverter: Un climatizador inverter consume
la mitad de la electricidad que un modelo sin función inverter, con lo que se
obtiene mayor bienestar por mucho menos dinero.
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