viernes, 8 de febrero de 2019

Cargas termicas de Refrigeracion, Fuentes de Calor Externa


Carga térmica de refrigeración

La carga de enfriamiento es la cantidad de calor que se debe extraer del cuarto frío o refrigerador para llevar el producto a la temperatura deseada en un tiempo dado, por lo general 24 horas. Dicha carga se estima para cubrir la demanda del valor máximo o pico de BTU/24h para los días más calientes del año en una determinada zona geográfica, los horarios de uso, el volumen de producto entrando caliente, la velocidad para enfriar y el número de personas, equipos e iluminación.

Al dividir la carga total en 24 horas con las horas de operación del equipo, se obtiene la capacidad del sistema en BTU/h. Por lo general, los sistemas operan de 16 a 22 horas al día. Los cuartos y refrigeradores están expuestos a muchas fuentes de calor, algunas de origen interno, como el producto; otras externas, como la radiación directa del sol. La latitud o la cercanía al ecuador, ubica a Centroamérica en una zona tropical, por lo que el calentamiento por radiación solar es importante en cuartos y equipos ubicados cerca de paredes que comunican al exterior. Al evaluar las oportunidades de reducción de la carga de enfriamiento, el equipo lo hará más rápido y operará menos tiempo.

Fuentes de calor externas

 La principal fuente de calor externa es la radiación solar. Esta depende de la hora del día y de la presencia o no de sombras externas producidas por otros edificios, árboles o estructuras de la construcción como techos salientes, aleros y aletas; así como de la orientación de las paredes y la latitud (qué tan cerca o lejos estamos del ecuador).

En Centroamérica, las paredes este y oeste reciben mucha intensidad solar y la sur está expuesta la mayor parte del tiempo. Cuartos fríos ubicados en el exterior deberían contar con un techo para generar sombra o estar pintados de colores claros o reflectivos.

La reducción de calor externo se realiza por medio del aislamiento de las superficies. Usualmente, los cuartos de media temperatura poseen 4” (10.2 cm) de poliestireno en paredes y de 4 a 6 pulgadas (10.2 a 15.2 cm) en los techos y pisos. Los de baja temperatura poseen iguales dimensiones, pero el aislante es poliuretano expandido.

Dentro de las especificaciones del aislamiento térmico que se deben cumplir para su utilización en instalaciones frigoríficas se encuentran:

Tener baja conductividad térmica.   

Ser muy poco higroscópico.

Ser resistente a los roedores.

Ausencia de olores.

No ser combustible.

Ser neutro químicamente frente a otros materiales utilizados.

Ser plástico.

Tener facilidad de colocación.

Tener resistencia a la compresión y a la tracción.

Adicionalmente, el diseño del espesor óptimo del aislamiento es de gran importancia, ya que a medida de que los precios de la energía se incrementen, se requerirán mayores espesores de aislamiento en las instalaciones frigoríficas.

Otras fuentes de calor externas: la infiltración y /o ventilación

El aire ambiente exterior “caliente” que entra por rendijas o al abrir las puertas se conoce como infiltración y depende del número de puertas o del tráfico de personas entrando y saliendo con producto.

 Las puertas se sellan herméticamente por medio de empaques en estos equipos, así como al localizar y eliminar las fuentes de fuga de calor por infiltración, lo cual es muy importante para reducir el consumo de energía.

Cuanta más baja sea la temperatura y más pequeño sea el volumen del cuarto o refrigerador, más importante será controlar la infiltración. Mecanismos para minimizarla incluyen la instalación de cortinas plásticas para reducir la aproximadamente en un 50%, el uso de antecámaras intermedias para el ingreso a cuartos de baja temperatura o cortinas de aire, las cuales reducen la carga de infiltración entre un 50 y 70%.

El uso continuo o tráfico pesado que requiere abrir continuamente las puertas, especialmente cuando se está llenando de producto, puede aumentar la infiltración entre 150% a 200%, de forma que es un momento crítico para confirmar si los procedimientos son adecuados; es decir, si no retiran la cortina en esos casos y si dejan las puertas abiertas o las cierran.

Fuentes de calor internas

Son las fuentes que se originan por el producto refrigerado y el uso de luces, equipos y personas en el interior de los cuartos, por lo que están sujetas a los horarios de permanencia y uso, más que a las condiciones climáticas predominantes. La importancia de cada fuente interna depende del volumen del cuarto, pero por lo general el producto será lo de mayor importancia. Las frutas y verduras son además un caso especial, ya que se consideran producto vivo y requieren aire exterior para respirar oxigeno y generar CO2.

El empaque de almacenamiento es importante y en estos casos debe tener agujeros. Si las frutas o verduras se almacenan en bolsas cerradas, el primer indicio será que la bolsa sude por dentro y el producto se irá marchitando rápidamente.

Los líquidos almacenados deben estar tapados herméticamente, ya que los evaporadores deshidratan el aire y se pierde poco a poco agua en los productos. Esto acelera la formación de escarcha en el evaporador y su eficiencia.

Durante un diagnóstico energético, la evaluación de si el equipo está bien o mal seleccionado se puede realizar simplemente midiendo con el termómetro y determinando si logra o no alcanzar la temperatura adecuada del producto cuando éste ingresa y si no hay reportes de daños por deterioro acelerado.

Normalmente no es necesario realizar un cálculo de la carga térmica en cuartos fríos. Refrigeradores y enfriadores comerciales son diseñados en fábrica y probados, por lo que están construidos para un volumen determinado de producto. Es necesario tomar en cuenta que el cálculo de la carga térmica de cuartos fríos es un proceso que requiere recolectar diversos datos, como las dimensiones de la construcción de área y el volumen del cuarto, los materiales usados, cuánto personal y tiempo permanece éste dentro con las luces encendidas, cuántas luces hay y de que potencia en vatios (Watts) y la cantidad de producto que ingresa a una temperatura definida.

Ningún método rápido reemplaza un estudio de carga formal y profesional y deben utilizarse más como una referencia inicial y no como un valor exacto. Por lo general ofrece valores mayores como un factor de seguridad del cálculo.

Resumiendo, la carga térmica total de diseño se compone de:

Carga térmica por pérdidas por transmisión: corresponde al calor transmitido a través de paredes y techos aislados en régimen estacionario.

Carga térmica por enfriamiento y/o congelación: corresponde a las necesidades frigoríficas por enfriamiento de la mercancía.

Carga térmica por conservación: es el desprendimiento de calor que ciertos productos experimentan durante su conservación.

Carga térmica por renovación de aire: corresponde a la renovación de aire que se debe llevar a cabo en las cámaras frigoríficas con temperaturas de trabajo superiores al punto de congelación, durante una frecuencia determinada, por el producto refrigerado.

Carga térmica por calor desprendido en ventiladores: es el equivalente calorífico del trabajo realizado por los motores eléctricos. Manual Técnico de Refrigeración Comercial 36

Carga térmica por personas: corresponde al número de personas que entren diariamente a las instalaciones frigoríficas.

Carga térmica por iluminación: es el nivel lumínico proyectado en la instalación frigorífica, que actualmente corresponden a 100 lux y su correspondiente potencia eléctrica instalada.

Carga térmica por condensación de humedad exterior: corresponde a las infiltraciones de humedad cuando no se trabaja con barreras de vapor adecuadas

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