Ventilación mecánica o inteligente
Dentro del sistema de ventilación mecánica
encontramos por un lado la ventilación mecánica controlada que funciona con una
central de ventilación que fuerza la extracción del aire para renovarlo y
garantizar así la calidad del aire interior. Este tipo de ventilación permite
gestionar eficientemente el consumo energético a la hora de renovar el aire
interior de un espacio.
Y por otro lado está la ventilación mecánica
de doble flujo. Perfecta para las viviendas, ya que en este caso no se emite
aire frío como en la mecánica sino que se renueva el aire que además llega
filtrado. Con este sistema lo que se consigue es una buena circulación del
aire. Eliminando el aire viciado de las estancias. Aunque el enfriamiento, en
comparación con los equipos de aire acondicionado tradicionales, no es tan
grande, si se realiza una correcta instalación no será necesario enfriar el
aire.
Las principales ventajas de este tipo de
sistemas es que no son sólo más saludables, sino que tienen un menor gasto. Por
lo que son una solución eficiente para ahorrar en energía y en consumo. Además,
son equipos que están funcionando constantemente y no de forma aleatoria como
los aires acondicionados tradicionales.
Sistema aerotérmico de ventilación
Uno de los métodos que mejor funcionan para
obtener una buena ventilación y a la vez conseguir eficiencia energética, que
nos permite tener una temperatura confortable en nuestra viviendas, es el
sistema por aerotermia. Este tipo de sistema es muy eficiente no sólo para la
refrigeración de las casas en verano, sino incluso, para calentar las estancias
en invierno.
¿Cómo funciona?
La
aerotermia extrae el aire de la calle de manera eficiente gracias a una bomba
de calor. Es un sistema que puede ser usado aún con bajas temperaturas por
debajo de los cero grados. Son equipos capaces de generar un 78% de energía sin
coste alguno. El resto de la energía será creada a través del suministro
eléctrico. Pero su gasto es mínimo en comparación con los equipos de aires
acondicionados convencionales.
Este tipo de sistemas son perfectos para ser
instalados en viviendas unifamiliares o de tamaño medio; en las denominadas
casas pasivas, un tipo de construcción o de casa en la que se utilizan los
recursos de la arquitectura bioclimática combinados con eficiencia energética.
O incluso en los edificios inteligentes completamente automatizados donde todo
está interconectado y es controlado a través de Internet.
Aire acondicionado solar
Este tipo de sistemas cuentan con el mismo
funcionamiento que un aire acondicionado tradicional pero obtienen la energía
del sol. Para ello, cuenta con paneles fotovoltaicos integrados para poder
absorber la energía solar y así alimentar el sistema de aire acondicionado.
Cuando hablamos de aire acondicionado solar podemos diferenciar dos tipos: el
solar híbrido y el por absorción.
El aire acondicionado solar híbrido tiene una
función aero-fotovoltaica. El objetivo principal es climatizar la vivienda a
través de una corriente de aire que ayuda a refrescar el panel en su parte
interior y al mismo tiempo esta corriente de aire captura el calor que hay en
el interior de la placa y es impulsado al interior de la vivienda, pasando a
través de unos filtros de partículas, que aseguran que el aire entra en la
vivienda limpio, sin polvo ni polen, y además calentado. Para regular la
temperatura de este aire, y que el confort sea máximo, un dispositivo en el
interior de la vivienda, combina parte de este aire, calentado dentro de las
placas solares, con parte de aire interior de la vivienda o incluso del
exterior directamente, para conseguir que el aire que se distribuye en las
diferentes estancias este a la temperatura deseada.
Por otro lado, tenemos el aire acondicionado
por absorción. Este sistema incluye un líquido que actúa como refrigerante. Sus
ventajas son una mayor eficiencia energética, consumo energético responsable,
nos permite ahorrar en la factura de la luz y potencia el consumo de energía
renovable.
Refrigeración evaporativa
Es un proceso que se ha utilizado desde hace
siglos como enfriador de aire. Sus principales ventajas son su elevada
eficiencia energética, su seguridad y el respeto por el medio ambiente. Es un
proceso natural que se basa en la utilización del agua como un refrigerante.
Gracias a ello, es posible la transmisión a la atmósfera de todo el calor que
resulta excedente en las máquinas de tipo térmico. Los equipos más comunes que
emplean el enfriamiento evaporativo son los condensadores y las torres de
enfriamiento.
Este tipo de sistemas de refrigeración ofrece,
además, una relación interesante entre el coste de su instalación y la
eficiencia que logra. La inversión inicial no es tan elevada como en otras
alternativas y la recuperación de dicha inversión se da con rapidez debido al
ahorro en energía que permite. Sin olvidar que podemos ahorrar en el consumo de
agua hasta en un 95%.
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