En los últimos años se ha popularizado el empleo del
principio de la "bomba de calor" para facilitar que una unidad
acondicionadora de aire suministre tanto refrigeración como calefacción.
Básicamente
esto implica invertir las funciones del evaporador y del condensador mediante
un cambio en el flujo de refrigerante según se desee, de forma que el serpentín
interior se vuelva el evaporador para fines de refrigeración y el condensador
para fines de calefacción.
El serpentín exterior se convierte en un condensador durante
el ciclo de refrigeración y en un evaporador durante el ciclo de calefacción.
Para invertir el funcionamiento del sistema, se han construido válvulas de inversión
de cuatro pasos para que la succión y la descarga del compresor, puedan
invertirse a voluntad por medio de una válvula solenoide.
Las válvulas de tres
pasos se están utilizando cada vez más para la descongelación por gas caliente.
Esta válvula permite el flujo de gas caliente al evaporador para descongelarlo,
y posteriormente, cuando se restablece la refrigeración normal el gas es
mandado nuevamente al condensador.
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